Ya están aquí (casi) los coches autónomos, así es la primera fábrica de Amazon que construye robotaxis

La tecnología de conducción autónoma en los coches está cada vez más cerca de hacerse realidad. Estados Unidos es uno de los países donde más avances se ven en este sentido, con varias startups y fabricantes tomando el protagonismo. Waymo (Google), Cruise (General Motors) o Tesla parecían las más avanzadas en este sentido.

Sin embargo, recientemente Volkswagen sorprendió a todos con su último anuncio, en el que presentó su vehículo ID.BUZZ AD ya preparado para la producción y para venderse, muy pronto, para que las empresas públicas y privadas puedan crear sus propias flotas de robotaxis autónomos. Ahora, es Amazon, a través de su filial Zoox, la que nos trae sus últimos e importantes avances.

Llevamos varios años de la apuesta de la compañía norteamericana en este campo, hablándoos de un pequeño taxi autónomo con forma de cápsula que era capaz de llevar hasta cuatro pasajeros a una velocidad de hasta 120 km/h. La última noticia que nos llega desde el otro lado del charco es que Zoox acaba de abrir su primera fábrica dedicada a la construcción de robotaxis en Estados Unidos.

Lo ha hecho en Hayward (California), en un espacio equivalente a tres campos y medio de fútbol. Allí se centrarán en la fabricación vertical de robotaxis eléctricos a gran escala, con la previsión de construir 10.000 unidades cada año. Amazon contempla prácticamente todos los procesos hasta su puesta en carretera: ingeniería, integración de software y hardware, ensamblaje e incluso con pista de pruebas al aire libre para verificar que funciona correctamente. Una apuesta por la integración vertical en su fábrica, en la que también va a ensamblar y operar su flota por sí sola.

A diferencia de sus grandes rivales, como Waymo (con los Jaguar), Tesla (con los Model Y, Cybercab aparte) o Volkswagen, Zoox descartó adaptar un vehículo con volante y pedales, y precisamente hizo todo lo contrario: crear un concepto totalmente nuevo, en forma de cápsula o tostadora, con puertas que se deslizan como las del metro y con asientos enfrentados en su interior. La idea es transportar pasajeros de forma autónoma, sin necesidad de volante ni pedales, de forma económica y segura. Su tecnología de conducción autónoma, como en Waymo o VW (no así en Tesla), se basará en una combinación de sensores, con cámaras, radares y LiDAR.

La incursión de marcas ajenas a la automoción no cesa, y Amazon es buena muestra de ello. Ya su fundador, Jeff Bezos, está apoyando las peripecias del joven fabricante norteamericano Slate, que presentó una pick-up biplaza eléctrica que planea venderse por menos de 20.000 dólares, siempre que sigan los créditos federales en el país. Y qué decir de marcas tecnológicas como Xiaomi o Huawei, que ya son grandes protagonistas en el mercado chino.

Fuente | InsideEVs